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miércoles, 19 de agosto de 2015

La Cocina Vegetariana debe ser: Consciente, ecológica y consecuente

LA ALIMENTACIÓN CONSCIENTE - COCINA VEGETARIANA RECETAS


La Cocina Vegetariana debe ser Consciente, ecológica y consecuente:

Por medio de la alimentación se hacen transformaciones tenues en nuestro cuerpo. Desde siempre la cocina ha estado relacionada a la consciencia, y en cada hogar podríamos hallar el santuario de la diosa griega Hesta. Somos lo que comemos y comemos de acuerdo con lo que somos. No es ninguna ridiculez ser receptivos ante la alimentación y tomar una actitud más consciente ante el hecho periódico de comer, liberándolo de sus aspectos más repetitivos y superfluos. Las digestiones y la mejor asimilación de nutrientes nos lo mostrarán. Por eso, es necesario establecer una relación con el elemento que llega a la boca y contar siempre con el ingrediente imprescindible del amor. Definimos la alimentación consciente como la que se realiza «dándose cuenta». Y esto sucede desde dos niveles:


- A nivel personal:
Significa darnos cuenta de lo que comemos y de cómo lo hacemos. Comer no siempre es alimentarnos; una toma de consciencia comienza por la observación de las propias costumbres. Tal vez nos sorprendamos si durante una semana anotamos todos los momentos en que nos llevamos algo a la boca, puntualizando de qué se trata, la hora, cómo nos sentimos.

El modo de sentarnos a comer influye en nuestra alimentación energética. Si nos relajamos durante un momento, podremos preparar mejor nuestro cuerpo para recibir los alimentos. Por tanto, es preferible no comer si estamos tensos, preocupados o hay tensión en nuestro entorno porque absorberíamos esa energía junto con los alimentos. Se trata de reservar un tiempo y un espacio para dedicarle a la comida el rato y el ambiente que se merece, ya sea a solas o en buena compañía. Respirar profundamente antes de empezar, relajar los músculos, observar los alimentos, su color, su tersura, su aroma, y gozarlos, masticándolos bien, sintiendo todo su sabor, disfrutando de sus jugos... Así se come plenamente, al invertir todo el tiempo necesario para ello y comer sólo aquello que es necesario. Establecemos un vínculo entre esos «objetos» que nos han de nutrir y nosotros mismos, puesto que a continuación nos hemos de aunar. 

La alimentación consciente es un «desiderátum», un objetivo hacia el que se tiende y no un modo concreto de comer. No se trata tan sólo de satisfacer la necesidad puntual de comer sino de ir más allá. Podemos atender a nuestra dieta con mayor reflexión y racionamiento y sustituir prácticas desaconsejables por otros más beneficiosos para la salud, la estética, la economía y la persona en su generalidad.

- A nivel global:
Significa darnos cuenta de que «comemos», es decir, que tenemos alimentos para comer, lo cual no es cotidiano para muchos millones de personas. La alimentación consciente adquiere dimensiones ecológicas porque propaga unas formas de cultivo biológicas, que defienden a los pequeños agricultores, fomentan la diversidad de las especies, respetan el medio ambiente y gestionan racionalmente el recurso del agua. Y solidarias, desde el momento en que sustituye la utilización de amplias zonas de cultivo de legumbres y cereales de forraje para hacer una utilización orientada directamente al consumo humano.

El coste de la producción ganadera masiva supone un uso ineficaz de la tierra y del agua, que es un recurso cada vez más contaminado y escaso. Existe también el problema de la enorme polución de las heces de los animales, que contaminan los ríos y provocan brotes de enfermedades. Por otro lado, la agricultura extensiva del forraje está en el origen de la destrucción incesante de los bosques y, a su vez, en la desaparición de formas de vida y culturas indígenas, así como en la extinción de numerosas especies animales. 

Estos son los motivos principales que justifican el giro hacia una alimentación más consciente, es decir, aquélla que procura regirse por parámetros solidarios, entre los cuales también entraría un intento de equilibrio entre los saciados y los hambrientos. Esto implica una actitud que abarca desde no saturarnos más allá de las propias necesidades, hasta un mejor uso de las posibilidades cotidianas y de los ingredientes. También la tendencia hacia una forma de alimentarnos que no despilfarre los recursos del planeta, ni genere explotación de otros pueblos. La participación activa en la medida de lo posible en el proceso de generación de los elementos nutrientes se orienta en este sentido.
La Alimentación Consciente - Cocina Vegetariana Consciente, ecológica y consecuente


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